La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que ofrece a las personas endeudadas la posibilidad de liberarse de sus deudas, brindándoles una oportunidad para comenzar de nuevo en el ámbito económico. Sin embargo, antes de iniciar este proceso, es esencial comprender tanto los beneficios como las limitaciones que esta ley conlleva. En este artículo, exploraremos detalladamente los pros y contras de la Ley de Segunda Oportunidad.
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Una ventaja importante de la Ley de Segunda Oportunidad es que una vez que se inicia el procedimiento, los intereses de las deudas se congelan y no se acumulan cargos adicionales. Esto permite que la deuda no siga creciendo durante este tiempo, lo cual es especialmente beneficioso para las personas con negocios, ya que pueden continuar su actividad sin el temor de que las deudas se incrementen aún más.
Cuando se inicia el mecanismo de la Segunda Oportunidad, todos los embargos existentes sobre los bienes del deudor se suspenden. Esto significa que no se pueden realizar nuevos embargos y, por ejemplo, si había un embargo sobre el salario, el deudor podrá volver a cobrarlo en su totalidad. Aunque los embargos existentes no se levantan definitivamente durante el procedimiento, se mantienen suspendidos hasta que se tome una decisión judicial. Si el procedimiento tiene éxito, los embargos se levantarán y no se podrán realizar nuevos embargos.
La Ley de Segunda Oportunidad también permite que los pagos de las deudas a los acreedores se suspendan una vez que se inicia el proceso. Esto es especialmente ventajoso para los deudores con negocios, ya que les permite seguir adelante temporalmente sin empeorar su situación financiera.
Si las deudas se cancelan a través de la Segunda Oportunidad, es posible salir de los ficheros de morosos como el ASNEF. Estar incluido en estos ficheros puede dificultar la obtención de financiación cuando se necesita. Además, la cancelación de las deudas también permite eliminar los datos del deudor de la CIRBE, un informe de riesgos que las entidades bancarias pueden tener en cuenta al otorgar préstamos.
Con la reforma de 2022, la Segunda Oportunidad ofrece una alternativa para conservar la vivienda habitual. Ahora es posible seguir un plan de pagos y cancelar parcialmente las deudas mientras se mantiene la propiedad de la vivienda. El deudor tiene la capacidad de elegir la solución que mejor se adapte a su situación.
La reforma de 2022 eliminó el requisito de que la suma total de las deudas no superara los 5 millones de euros. En la actualidad, no hay un límite específico en cuanto a la cantidad de deudas para acogerse a la Segunda Oportunidad.
Una novedad importante introducida por la reforma de 2022 es la posibilidad de cancelar hasta 10.000 euros de deudas con Hacienda y otros 10.000 euros de deudas con la Seguridad Social a través de la Segunda Oportunidad. El resto de las deudas con estas administraciones se pueden ir amortizando gradualmente mediante un plan de pagos acordado. Esto significa que oficialmente se deja de ser deudor con ambas entidades siempre y cuando se cumplan los pagos acordados.
Con la última reforma, ya no es necesario intentar un acuerdo extrajudicial con los acreedores antes de recurrir al procedimiento judicial de la Segunda Oportunidad. Esto agiliza el proceso y evita trámites adicionales como la acreditación de cumplimiento de requisitos en una notaría o entidad específica.
Tanto la eliminación del requisito de acuerdo extrajudicial como la simplificación de trámites implican una reducción significativa en los tiempos y costos asociados al proceso de la Segunda Oportunidad.
Aunque la Segunda Oportunidad ofrece beneficios importantes para las personas endeudadas, también presenta algunas desventajas que deben tenerse en cuenta.
Una de las principales desventajas es que para beneficiarse de la Segunda Oportunidad, es necesario tener deudas con al menos dos acreedores, sin importar el monto total de las deudas. Esto excluye a aquellos que tienen deudas con un único acreedor, incluso si estas son altas.
Aunque no existe un requisito mínimo de deudas para acogerse a la Segunda Oportunidad, en la práctica puede resultar desfavorable iniciar el proceso si las deudas suman menos de 10.000 euros. Esto se debe a los costos asociados al procedimiento, que proporcionalmente serán más altos para deudas más pequeñas.
Aunque la mayoría de las deudas son cancelables con la Segunda Oportunidad, existen algunas excepciones. Por ejemplo, no se pueden cancelar las deudas derivadas de pensiones alimenticias o de responsabilidad extracontractual. Además, las deudas con la Seguridad Social y Hacienda por encima de 10.000 euros no pueden eliminarse directamente, pero sí se pueden pagar a través de un plan acordado.
En los 3 años siguientes, si algún acreedor lo solicita, el procedimiento de la Segunda Oportunidad puede ser revisado. Si se demuestra que el deudor ha actuado de mala fe o si su situación financiera ha cambiado significativamente (por ejemplo, por recibir una herencia o una suma importante de dinero), entre otros casos, el procedimiento puede ser revocado. Por tanto, es muy importante la buena fe en la ley de la segunda oportunidad.
Existe la posibilidad de que se ordene la limitación temporal del deudor para disponer de su propio patrimonio, lo que implica que no podrá realizar la mayoría de los actos patrimoniales sin autorización judicial.
Para acogerse a la Segunda Oportunidad, es necesario no haber cometido ciertos delitos e infracciones administrativas en un determinado período de tiempo. Esto se deriva del requisito de ser un deudor de buena fe y cumple con las regulaciones establecidas.
No es posible beneficiarse de la Segunda Oportunidad si el concurso ha sido declarado culpable, a menos que la falta haya sido no haber solicitado oportunamente la declaración de concurso. En este caso, el juez puede tener en cuenta las circunstancias relacionadas con el retraso en la solicitud.
El deudor tiene la opción de liquidar su patrimonio para cancelar por completo sus deudas, aunque la decisión final recae en él. De lo contrario, deberá seguir un plan de pagos durante 3 o 5 años para eliminar parcialmente sus deudas en principio.
Además, es importante tener en cuenta que los datos del deudor, junto con la resolución del plan de pagos o el concurso, según corresponda, serán incluidos en el Registro Público Concursal. Aunque esta información se cancelará al mes siguiente de que finalicen sus efectos, estará disponible para su consulta por parte de cualquier persona interesada.
En resumen, la Segunda Oportunidad ofrece un mecanismo legal para superar las deudas y comenzar de nuevo en lo económico. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta las desventajas que implica, como la necesidad de tener deudas con al menos dos acreedores, los costos asociados al proceso, las limitaciones en la cancelación de ciertas deudas, la posibilidad de revocación, las restricciones en la administración del patrimonio y las incompatibilidades con ciertos delitos o situaciones de concurso.
Antes de tomar cualquier decisión, es recomendable buscar asesoramiento profesional para evaluar cuidadosamente la viabilidad y las implicaciones de la Segunda Oportunidad en cada caso particular.
Lee aquí opiniones y aquí experiencias sobre la ley de la segunda oportunidad.
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