Muchas personas que enfrentan deudas consideran cambiar el nombre de sus bienes, como sus vehículos, como una estrategia para evitar embargos. Sin embargo, esta táctica es altamente desaconsejable por diversas razones. Aquí te explicamos por qué es importante no recurrir a este tipo de acciones y cuáles son las consecuencias que pueden acarrear.
¿Qué implica el embargo?
El embargo es una medida legal mediante la cual se retienen ciertos bienes del deudor para ser vendidos en subasta pública, con el objetivo de obtener fondos para pagar al acreedor y saldar la deuda. Este proceso debe ser ordenado judicialmente, excepto en el caso de deudas de naturaleza pública, donde la administración puede embargar directamente, sin intervención judicial.
¿Puede embargarse un coche?
Tanto la Ley de Enjuiciamiento Civil como las normativas de Hacienda y Seguridad Social contemplan la posibilidad de embargar bienes muebles, incluidos los vehículos. Sin embargo, los automóviles no suelen ser los primeros bienes embargados, priorizándose otros activos como el dinero en cuentas bancarias. Solo en casos excepcionales, y si no hay otros bienes disponibles, se procede al embargo de un coche, teniendo en cuenta su valor, antigüedad y modelo.
¿Es conveniente cambiar de titularidad para evitar un embargo?
Aunque algunas personas consideran cambiar la titularidad de sus bienes para evitar un embargo, esta acción puede constituir un delito de alzamiento de bienes, según el artículo 257 del Código Penal. Este delito implica acciones destinadas a perjudicar a un acreedor, como transferir un bien a otra persona o incluso divorciarse para eludir embargos. Las consecuencias legales de este delito incluyen penas de prisión de 1 a 4 años y multas de 12 a 24 meses.
¿Qué alternativas existen en caso de embargo?
En lugar de recurrir a medidas ilegales y arriesgadas, es importante conocer las alternativas legales disponibles. El embargo puede detenerse en cualquier momento antes de la subasta si se paga la deuda pendiente, incluidos los intereses y costos. Además, aquellos que no puedan pagar sus deudas pueden explorar la posibilidad de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.
Esta ley permite a las personas endeudadas, que cumplen ciertos requisitos, eliminar sus deudas y comenzar de nuevo. Los deudores pueden optar por liquidar todo su patrimonio o seguir un plan de pagos. Una vez iniciado el proceso de la Segunda Oportunidad, todos los embargos quedan paralizados, brindando un alivio financiero significativo.
En conclusión, cambiar la titularidad de los bienes para evitar un embargo no solo es ilegal, sino que también puede tener graves consecuencias legales. Es fundamental buscar alternativas legales y consultarlo con un experto en derecho antes de tomar cualquier medida en situaciones de deuda y embargo.
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