Cualquier empresa está obligada a solicitar el concurso de acreedores en el plazo de dos meses desde que conoce su insolvencia. Está en situación de insolvencia aquella empresa que no pueda atender regularmente sus obligaciones de pago. Es decir, no es necesario que no se puedan pagar las deudas para ser insolvente, sino que basta con que no se puedan pagar íntegramente o a tiempo.
No solicitar el concurso a tiempo puede conllevar que las deudas de la empresa se extiendan al patrimonio del empresario. Además, otras personas podrían solicitar el inicio del concurso (acreedores, socios…), de modo que no iniciar los trámites no evita la vía concursal.
Este es un detalle que no todos los empresarios conocen. Así, abrumado por los trámites y el coste del concurso, hay quien no solicita su propio concurso, asumiendo posteriormente graves sanciones. Pero no hay motivo para abrumarse si se conoce cómo aprovechar el Concurso de Acreedores Express en Barcelona.