Introducción
En medio de la crisis financiera actual, es común observar locales con letreros de «se alquila», señal de que muchos negocios enfrentan dificultades. Sin embargo, la mala racha no necesariamente implica el cierre definitivo. Aquí es donde entra en juego una alternativa clave: el preconcurso de acreedores.
¿Qué es el preconcurso y cuándo aplicarlo?
El preconcurso, previo al concurso de acreedores, está regulado por el artículo 583 de la Ley Concursal. Ante una situación de insolvencia, ya sea actual o inminente, surge esta opción como una estrategia preventiva.
Tipos de insolvencia
La insolvencia puede ser actual, cuando ya estamos inmersos en ella, o inminente, anticipando dificultades a corto plazo. Ambas abren la puerta al concurso de acreedores, obligatorio en casos de insolvencia inminente.
¿Puedo aplicar el preconcurso en insolvencia actual?
Sí, es posible, siempre que se haga antes de dos meses desde el conocimiento de la situación, según el artículo 5 de la Ley Concursal.
Función y beneficios del preconcurso
El preconcurso busca la negociación con acreedores para proponer un convenio anticipado o acordar una refinanciación bajo la Ley Concursal.
Evitar el concurso de acreedores
El preconcurso ofrece la oportunidad de evitar el tedioso procedimiento del concurso de acreedores, que conlleva en más del 90% de los casos al cierre definitivo de la empresa.
Opciones del convenio
El convenio puede incluir quita, espera o ambas. La quita implica la condonación parcial de la deuda, mientras que la espera aplaza el pago hasta un máximo de 10 años.
Acuerdo de refinanciación
Se puede optar por un acuerdo de refinanciación, sujeto a un plan de viabilidad que permita la continuidad del negocio. Este acuerdo debe implicar la ampliación significativa del crédito disponible o la extinción de las obligaciones del deudor.
Ventajas del preconcurso
Permite negociar condiciones más beneficiosas para el pago de deudas.
Hasta tres meses después de iniciar las negociaciones, no se pueden iniciar ejecuciones de bienes.
La empresa sigue su curso con los mismos administradores.
El preconcurso se mantiene privado, contribuyendo a la buena imagen de la empresa.
Antes de tomar decisiones drásticas frente a las dificultades económicas, considerar opciones como el preconcurso puede ser clave para la supervivencia de tu negocio. Evaluar cada situación particularmente te ayudará a tomar la decisión más acertada.
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