El liquidador de empresas desempeña un papel crucial durante el período de liquidación de una sociedad. Es la figura encargada de representar los intereses de la empresa y de gestionar todas las actividades necesarias para llevar a cabo la liquidación de forma adecuada y conforme a la normativa legal vigente.
Designación del liquidador de empresas
La designación del liquidador puede recaer en los administradores de la sociedad, quienes suelen asumir esta responsabilidad con mayor frecuencia. No obstante, los estatutos de la sociedad pueden permitir que los socios elijan a otra persona física o jurídica para ocupar este cargo. En el contexto de un concurso de acreedores, es el juez quien designa al liquidador de empresas
Funciones del liquidador de empresas
La Ley de Sociedades de Capital establece que la función principal del liquidador es proteger el patrimonio social hasta su distribución entre los socios. Entre las funciones específicas del liquidador se encuentran:
- Velar por la integridad del patrimonio social.
- Ejecutar acciones necesarias para el cierre de negocios pendientes.
- Cobrar deudas pendientes y saldar cuentas con acreedores.
- Realizar el ingreso de créditos a favor de la sociedad.
- Mantener informados a los socios sobre el proceso de liquidación.
- Llevar la contabilidad del negocio y resguardar la documentación relevante.
- Presentar cuentas anuales y realizar el depósito correspondiente en el Registro Mercantil.
- Formular el inventario y balance final de la liquidación para su aprobación por la Junta General.
- Inscribir la extinción de la sociedad en el Registro Mercantil.
Escritura pública de extinción
Para extinguir legalmente la sociedad, es necesario otorgar una escritura pública de extinción ante Notario. Este documento debe incluir el balance final, la relación de socios y sus cuotas, y evidenciar que se han cumplido ciertos requisitos legales, como el pago a acreedores y la distribución del patrimonio entre los socios.
Plazo y distribución del patrimonio social
No existe un plazo fijo para la labor del liquidador, pero si el proceso se prolonga más de tres años, cualquier socio puede solicitar su separación del cargo. La distribución del patrimonio social se realiza una vez pagadas las deudas y aprobado el balance final por la Junta General. Esta distribución se basa en lo establecido en los estatutos o, en su ausencia, en criterios proporcionales al capital desembolsado por cada socio.
Impugnación del balance
La impugnación del balance puede solicitarse por acreedores o socios que se consideren perjudicados. Las razones para impugnar incluyen el impago de deudas, desigualdad en la distribución del patrimonio o incumplimiento de lo establecido en los estatutos. El plazo para impugnar es de dos meses desde la aprobación del balance.
En conclusión, el liquidador de empresas desempeña un papel fundamental en el proceso de liquidación, garantizando el cumplimiento de los procedimientos legales y protegiendo los intereses de los socios. Es recomendable contar con asesoramiento profesional para asegurar una liquidación correcta y acorde a la normativa vigente. Si tienes que cerrar una empresa con deudas, con el concurso de acreedores express, te podemos ayudar.
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