La subasta de una vivienda, como último paso de la ejecución hipotecaria, puede resultar desesperante para quienes se enfrentan a esta situación. Para evitar llegar a este punto crítico, es fundamental comprender los requisitos y medidas que se pueden tomar tanto antes como después de que comience el proceso.
Requisitos para la subasta según la ley
La ejecución hipotecaria inicia cuando se produce un impago equivalente al 3% del capital en la primera mitad de la duración del préstamo y al 7% en la segunda mitad. Estos porcentajes se cumplen con 12 y 15 mensualidades impagadas, respectivamente, según el artículo 24 de la Ley 5/2019.
¿En qué consiste la subasta de la vivienda?
La subasta es un proceso judicial en el que participan postores que cumplen con requisitos específicos. La consignación del 5% del valor de los bienes es esencial para participar. La subasta se realiza de forma electrónica y puede durar hasta 20 días, extendiéndose por una hora adicional si hay posturas.
¿Cómo evitar la subasta de tu vivienda?: Medidas preventivas
Antes de que comience la ejecución:
Pedir reestructuración de la deuda: Solicitar al banco un plan de reestructuración con una carencia de amortización de capital por 5 años y reducción de tipos de interés.
Solicitar una quita: Si la cuota es superior al 50% de los ingresos familiares, se puede solicitar una quita en el capital pendiente.
Pedir la dación en pago: En los primeros 24 meses desde la solicitud de reestructuración, se puede solicitar la dación en pago, que implica la entrega de la vivienda y la cancelación del crédito.
Después de que comienza la ejecución:
Presentar oposición por cláusulas abusivas: Analizar si existen cláusulas abusivas en el contrato hipotecario y presentar una oposición al juzgado. Se podrían eliminar las cláusulas abusivas o suspender la ejecución.
Solicitar la nulidad de las cláusulas abusivas: Pedir en sede judicial la nulidad de las cláusulas abusivas y la paralización de la ejecución hipotecaria.
¿Sirve la ley de segunda oportunidad para parar la subasta?
La Ley de Segunda Oportunidad puede ser un mecanismo para salvar la vivienda de la liquidación, siempre y cuando se esté al corriente del pago de la hipoteca. En caso contrario, la vivienda se subastará dentro del concurso, y las deudas no hipotecarias serán canceladas con la liquidación del patrimonio.
Conclusión: Actuar con anticipación y conocimiento
Evitar la subasta de tu vivienda implica actuar con anticipación y conocer los derechos y opciones disponibles. Desde la reestructuración de deudas hasta la solicitud de quita o dación en pago, es esencial explorar todas las vías posibles. La presentación de oposiciones por cláusulas abusivas y la utilización de la Ley de Segunda Oportunidad pueden ser estrategias legales valiosas para quienes enfrentan dificultades financieras. En cualquier caso, buscar asesoramiento legal especializado es crucial para garantizar el mejor curso de acción en cada situación única.
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