“Estudia ahora y paga después”: los riesgos ocultos de las becas ISA en España

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En los últimos años, el modelo “estudia ahora y paga después”, también conocido como becas ISA (Income Share Agreement), ha comenzado a ganar terreno en España. Importado del mundo anglosajón, promete acceso inmediato a formación de calidad sin pagar nada al principio. Pero ¿realmente es tan buena idea como parece?

En Debify, donde ayudamos a las personas a tomar decisiones financieras conscientes, queremos analizar los riesgos reales de este tipo de financiación y cómo puede afectar a tu salud económica a largo plazo.

¿Qué son las becas ISA o “Income Share Agreement”?

El modelo ISA consiste en que el estudiante no paga nada mientras estudia. A cambio, firma un contrato en el que se compromete a pagar un porcentaje de su salario futuro durante un período determinado una vez que empiece a trabajar.

Por ejemplo:

“Paga el 10% de tu sueldo durante 4 años si ganas más de 18.000 € al año.”

A primera vista, parece una alternativa más “justa” al préstamo tradicional. Pero en la práctica, los riesgos pueden ser mayores de lo que imaginas.

Los principales riesgos del “estudia ahora y paga después”

1. Falta de regulación clara

En España, los acuerdos ISA no están regulados como préstamos ni como becas tradicionales. Esto deja al estudiante sin la protección legal que ofrecen los créditos bancarios o las leyes de consumo.

  • No siempre se informa de los costes totales del contrato.
  • Las condiciones pueden variar según el ingreso o incluso el país donde trabajes.
  • En algunos casos, los contratos no permiten rescisión anticipada sin penalizaciones elevadas.

2. Riesgo de sobreendeudamiento

Aunque no se perciba como deuda, sí lo es. Al comprometer una parte de tus ingresos futuros, estás limitando tu capacidad económica y de ahorro.
Además:

  • Si cambias de sector o aceptas un salario inferior, puedes acabar pagando más tiempo del previsto.
  • Si tienes otros créditos o pagos recurrentes, tu tasa de endeudamiento puede dispararse sin darte cuenta.

3. Efecto psicológico del “dinero invisible”

El atractivo de no pagar ahora puede llevar a subestimar el coste real. Este tipo de productos fomentan decisiones impulsivas, especialmente entre jóvenes sin experiencia financiera.
El resultado: compromisos a largo plazo sin haber comparado alternativas.

4. Falta de transparencia en los cálculos

Muchos programas ISA no detallan el tipo de interés equivalente (TAE) ni el coste total estimado. Sin esta información, no es posible comparar con un préstamo tradicional ni calcular la carga real que asumirás.

¿Qué alternativas existen?

  1. Becas y ayudas públicas. Siempre deben ser la primera opción.
  2. Préstamos con transparencia regulada. Entidades que informen de la TAE y condiciones reales.
  3. Planificación financiera previa. Herramientas como Debify pueden ayudarte a calcular cuánto puedes permitirte invertir en formación sin poner en riesgo tu estabilidad económica.

Completa la información con este artículo sobre «Riesgos de pedir un préstamo para estudiar»

Conclusión

El modelo “estudia ahora y paga después” puede ser una herramienta útil si se usa con responsabilidad, pero no es una beca ni una solución mágica. Antes de firmar cualquier contrato ISA, revisa bien las condiciones, calcula el coste total y valora cómo afectará a tu libertad financiera.

En Debify creemos que la educación financiera es el mejor escudo contra el sobreendeudamiento. Porque estudiar debería abrirte puertas, no cerrártelas con una deuda futura.

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