Cuando alguien atraviesa una situación de sobreendeudamiento es habitual que surjan dudas sobre cómo afecta la insolvencia a la vida laboral y a la posibilidad de generar ingresos. Una de las preguntas más frecuentes es: ¿puede una persona insolvente trabajar con normalidad?
La respuesta es sí, pero hay aspectos importantes que conviene tener en cuenta, sobre todo relacionados con el embargo de nómina y las opciones legales para salir de la insolvencia, como la Ley de la Segunda Oportunidad.
En este artículo de Debify te explicamos paso a paso qué significa ser insolvente, qué ocurre con tu salario si tienes deudas impagadas, cómo afecta el embargo de nómina y de qué manera la Ley de la Segunda Oportunidad te permite cancelar deudas y recuperar la tranquilidad financiera..
¿Qué significa ser insolvente?
En el lenguaje común se suele hablar de “declararse insolvente”. Sin embargo, nadie puede autodeclararse insolvente con efectos jurídicos.
La insolvencia real es la situación en la que una persona no puede cumplir con sus obligaciones económicas en los plazos pactados. Este estado debe ser valorado y reconocido por un juez, normalmente dentro de un procedimiento regulado por la Ley de la Segunda Oportunidad.
En resumen: la insolvencia no es una etiqueta que uno pueda ponerse a sí mismo, sino una situación que debe acreditarse legalmente en un proceso judicial.
¿Se puede estar insolvente y trabajar al mismo tiempo?
Sí. La insolvencia no implica estar en paro ni prohíbe trabajar. Muchas personas que mantienen un empleo estable se declaran insolventes porque, aun recibiendo un salario, este no alcanza para cubrir todas sus deudas.
Ejemplo:
- Una persona cobra 1.300 € al mes.
- Sus gastos fijos (hipoteca, suministros, alimentos) suman 1.000 €.
- Solo le quedarían 300 € para pagar deudas que superan los 600 € mensuales.
En este caso, aunque tenga trabajo, no puede afrontar las obligaciones pendientes y, por tanto, puede ser insolvente.
¿La insolvencia se puede superar?
Sí. La vía más efectiva para superar la insolvencia es acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad española, una herramienta legal que permite:
- Negociar un plan de pagos con los acreedores.
- Obtener la exoneración de deudas, parcial o total, si se cumplen los requisitos establecidos.
Gracias a esta ley, miles de personas en España han conseguido cancelar sus deudas y empezar de nuevo sin la presión de embargos ni reclamaciones constantes.
Preguntas frecuentes sobre insolvencia y trabajo
¿Si soy insolvente me pueden quitar todo el sueldo?
No. Siempre se respeta el mínimo inembargable equivalente al SMI, salvo en deudas de pensión de alimentos.
¿Puedo perder mi trabajo por ser insolvente?
No. La insolvencia no afecta al derecho a trabajar ni a la continuidad en tu empleo.
¿Puedo acogerme a la Ley de la Segunda Oportunidad si trabajo?
Sí. Tener un trabajo estable no impide acogerse a esta ley. De hecho, contar con ingresos puede facilitar un plan de pagos razonable con los acreedores.
¿Qué ventajas tiene cancelar deudas con la Ley de la Segunda Oportunidad?
- Elimina embargos de nómina.
- Cancela deudas impagables.
- Permite empezar de cero y recuperar la estabilidad financiera.
Conclusión
- Ser insolvente no es incompatible con trabajar.
- El salario puede ser embargado, pero siempre existe un tramo protegido.
- La Ley de la Segunda Oportunidad española ofrece una solución definitiva para quienes no pueden afrontar sus deudas.
En Debify estamos especializados en ayudar a personas insolventes a recuperar el control de sus finanzas. Si te encuentras en esta situación, podemos estudiar tu caso y orientarte sobre la mejor manera de cancelar tus deudas.
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