Si tu situación económica es delicada, probablemente hayas explorado algunas soluciones. La más recurrente es la refinanciación, que consiste en solicitar créditos para hacer frente a las cuotas inminentes de nuestras deudas pendientes. En ocasiones esta estrategia busca unificar créditos bajo unas condiciones más beneficiosas que las previas. Sin embargo, la refinanciación puede provocar un efecto rebote, terminando por generar grandes costes en concepto de intereses.
Desestimada la opción de la refinanciación, la siguiente vía es la negociación o reestructuración de créditos. Al negociar tus deudas puedes establecer quitas o esperas, así como fraccionamientos de pagos y conversiones de créditos. Por ejemplo, acordando daciones en pago o para pago. El problema es que en ocasiones los acreedores se niegan a negociar, o no tenemos nada interesante que ofrecerles. Además, es prácticamente imposible sentar a negociar a los acreedores públicos. ¿Qué opciones nos quedan entonces?
Hayas agotado o no tus opciones previas, la mejor vía para sanear tu situación financiera es acogerte a la Segunda Oportunidad en Logroño. ¿Quieres saber por qué?