Por qué vender una empresa en concurso de acreedores
Uno de los retos para las empresas en crisis es conseguir suficiente liquidez como para satisfacer a los acreedores sin perder todo el patrimonio. Llegar a la fase de liquidación supone la extinción de la personalidad jurídica. Es decir, el fin de la empresa.
Pero si la empresa está en crisis es difícil que disponga de suficientes activos como para hacer frente a sus deudas. Y aquí es donde entran en juego las unidades productivas.
El proceso concursal persigue la satisfacción de las deudas que ostentan los acreedores. Pero también busca la recuperación o el saneamiento de la empresa para minimizar el impacto de su insolvencia.
En este marco, la empresa puede vender la totalidad o parte de su estructura productiva. Siempre que encuentre inversores obtendrá una importante fuente de capital, que puede salvarla de la liquidación.
VENDE YA TU UNIDAD PRODUCTIVAPor qué comprar una empresa en concurso de acreedores
Comprar una empresa en concurso de acreedores puede suponer grandes beneficios para el inversor. Debido a la situación crítica de la empresa, lo más frecuente es que las unidades productivas se adquieran a un precio muy inferior al de mercado. De hecho, es común que el inversor tan solo pague un precio simbólico, haciéndose cargo de una parte de las deudas del concursado a cambio de la unidad productiva.
Esta compra puede producirse en un momento previo al concurso (por ejemplo, mediante el prepack, de origen anglosajón pero con una aceptación creciente en España). Pero también puede realizarse durante las fases de convenio o de liquidación.
Al comprar una unidad productiva el inversor obtiene un conjunto organizado de medios de producción a bajo coste. De modo que puede lanzarse al mercado con un modelo de negocio probado, estructurado y dotado de los activos necesarios para operar.
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